Algunas personas entienden que es lógico reforzar los lazos comerciales del estado con Puerto Rico puesto que los puertorriqueños representan cerca del 8% de la población de Connecticut –el mayor porcentaje en el país, según datos del Censo de los EE. UU. Esta semana, el Comité de Comercio votó unánimemente a favor de un proyecto de ley que lograría este objetivo con una nueva comisión de comercio entre el estado y la isla.
Legisladores latinos presentaron el proyecto de ley de la Cámara 5008 para establecer una comisión de comercio entre Connecticut y Puerto Rico en esta sesión legislativa. El martes, el Comité de Comercio aprobó el proyecto de ley con 20 votos a favor.
Según el proyecto de ley, la comisión se encargaría de promover intercambios empresariales y académicos entre el estado y Puerto Rico, emprender iniciativas sobre asuntos políticos de interés común y fomentar la inversión mutua en la infraestructura de ambos lugares, entre otras responsabilidades.
Los miembros de la comisión prestarían sus servicios sin remuneración, pero podrían recibir reembolso por los gastos necesarios.
Según el representante estatal de Waterbury, Geraldo Reyes Jr., él y sus colegas llevan más de dos años en conversaciones informales sobre la posibilidad de fomentar las relaciones comerciales con Puerto Rico.
“Todos concordamos en algo: nadie ha aprovechado realmente, ni siquiera un poco, el talento y las oportunidades que hay en Puerto Rico”, dijo Reyes.
Partir de una base existente
La comisión de comercio estaría compuesta por varios miembros designados por el gobernador y los líderes de la Cámara de Representantes y el Senado, incluidos dos representantes de comunidades puertorriqueñas en el estado, un representante de una institución de educación superior y otro, de una cámara de comercio estatal.
Tampoco tendrían que empezar desde cero. Connecticut ya cuenta con muchas empresas que mantienen relaciones comerciales con Puerto Rico, señaló Reyes.
Varias grandes corporaciones del estado han establecido alianzas y colaboraciones con empresas en la isla, como Foxwoods, que abrió un casino en San Juan, y la WWE, con sede en Stamford, que organizó su evento “Backlash” en Puerto Rico en 2023.
“Una de nuestras primeras visitas fue a la sede de la WWE en Stamford”, dijo Reyes sobre la gestión emprendida por él y sus colegas, los representantes estatales Chris Rosario y Juan Candelaria. “Fuimos e iniciamos la conversación sobre [su] gran evento en Puerto Rico. Fue un éxito rotundo. Lo vamos a hacer otra vez. Volveremos a hacerlo, y quizás con planes de expandirlo”.
Escasez de mano de obra y oportunidades de retiro
El profesor Charles Venator‑Santiago, director de El Instituto y de la Iniciativa de Estudios Puertorriqueños en la Universidad de Connecticut, afirmó que la comisión de comercio ayudaría a formalizar las relaciones existentes entre empresas y universidades.
Según Venator‑Santiago, instituciones como la Universidad Estatal de Connecticut Central y UConn ya han establecido acuerdos con universidades en Puerto Rico. Ese tipo de convenio puede establecerse a través de la comisión para canalizar el flujo de trabajadores puertorriqueños.
“Por ejemplo, me imagino a un estudiante de ingeniería de la Universidad de Mayagüez que venga durante un año a tomar cursos en la Universidad Estatal de Connecticut Central o en UConn, reciba una formación especializada y quede en posición de integrarse al mercado laboral”, ilustró Venator‑Santiago.
También señaló que esta relación podría ayudar a abordar la preocupación por la llamada “fuga de talentos” de trabajadores calificados que abandonan Puerto Rico.
“Podemos enviar ingenieros de Connecticut a Puerto Rico para que tengan una experiencia en otro idioma y amplíen sus destrezas”, añadió.

Tanto el representante Reyes como Venator‑Santiago coinciden en que dichas relaciones podrían ayudar a remediar la escasez de personal en sectores como la ingeniería, la educación y la agricultura.
Además, estos vínculos podrían abrir puertas tanto para residentes puertorriqueños como para otros residentes del estado que estén interesados en trabajar o retirarse en la isla.
“Sé de representantes y senadores en Puerto Rico que están muy interesados en esto, porque ven que hay reciprocidad”, comentó Reyes. “Hay personas que viven aquí [en Connecticut] que quisieran tener una carrera allá, porque la calidad de vida después del trabajo es mejor”.
Venator‑Santiago añadió que la comisión también podría facilitar oportunidades para que algunas personas trabajen a distancia entre Connecticut y Puerto Rico. Esto puede contribuir a un cambio aún mayor. El profesor señaló que esta comisión podría servir de oportunidad para entablar una conversación más a fondo sobre el derecho de los puertorriqueños al Seguro Social.
Próximos pasos para la comisión de comercio
Durante una audiencia pública ante el Comité de Comercio celebrada el 11 de febrero, Venator‑Santiago señaló que, según los datos disponibles hasta el momento de la Oficina del Censo de EE. UU., existe la posibilidad de establecer intercambios comerciales multimillonarios entre Connecticut y Puerto Rico.
Una de las principales razones, explica, son los incentivos fiscales que pueden aprovechar las empresas.
Venator‑Santiago explicó que, dado su estatus como territorio no incorporado, Puerto Rico puede considerarse un país extranjero o un estado, según el contexto.
“En este momento, Puerto Rico puede considerarse un lugar extranjero para las empresas, lo que abre muchas posibilidades para compañías que también buscan exenciones fiscales”, abundó.
Ahora bien, el profesor advirtió que se necesita un análisis más exhaustivo para tener una idea más detallada del potencial económico. Según él, la comisión de comercio podría apoyar ese tipo de investigación.
Todavía falta que la Cámara de Representantes y el Senado aprueben el proyecto de ley para poder establecer la comisión de comercio.
Venator‑Santiago indicó que, si la comisión se establece, esta puede crear aún más oportunidades para otras comunidades latinas en Connecticut.
“Según mi experiencia, en Connecticut, el trabajo que hacen los puertorriqueños a menudo abre puertas para otros latinos en la medida en que este trabajo se oponga a las barreras estructurales”, concluyó.