La mañana del lunes, la congresista por el Distrito 5 de Connecticut, Jahana Hayes, prometió luchar contra las acciones del presidente Donald Trump para desmantelar el Departamento de Educación de EE. UU. (DOE, por sus siglas en inglés). De pie en la misma sala donde tuvo una entrevista en 2016 para ser nombrada Maestra del Año a nivel estatal y nacional recalcó:
“El deber principal de un padre es hacia su hijo.” “Como educadores y líderes, nuestro deber es hacia todos los niños”.
El presidente Donald Trump ha estado adoptando medidas para acabar con el departamento. A principios de este mes, el departamento perdió alrededor de la mitad de sus trabajadores.
Luego firmó una orden ejecutiva instando a la secretaria de Educación de EE. UU., Linda McMahon, a “tomar todas las medidas necesarias” para el cierre del Departamento de Educación.
Un día después, Trump anunció que la gestión de los préstamos estudiantiles y los programas federales para estudiantes con necesidades de educación especial serían transferidos a otras agencias federales. Por ejemplo, los préstamos federales para estudiantes serán manejados por la Administración Federal de Pequeños Negocios (SBA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la SBA anunció que piensa reducir su fuerza laboral en más del 40%.
Junto al senador estadounidense Richard Blumenthal, el gobernador Ned Lamont, oficiales estatales y miembros de la comunidad, Hayes anunció que los demócratas presentaron una resolución para la obtención de información en la Cámara de Representantes de EE. UU., dando a Trump dos semanas para proporcionar pruebas de por qué se están tomando estas decisiones y cuáles son los planes a seguir.
La búsqueda de respuestas sobre las motivaciones para desmantelar el DOE
Hayes hace un llamado al público para que se comunique con sus representantes y obtenga respuestas.
“¿Qué significa esto?”, preguntó. “¿Qué servicios se van a recortar? ¿Qué significa devolver la educación a los estados? ¿Qué se ha eliminado? Aún no he escuchado esa respuesta”.
Hayes explicó que el Departamento de Educación de EE. UU. proporciona financiamiento y pautas que brindan servicios para niños con necesidades de educación especial, protecciones contra la discriminación y programas que otorgan fondos para apoyar a los estudiantes de hogares de bajos ingresos.

La idea de que los niños no tuvieran esos fondos ni esa orientación llevó a que Hayes indicara que se sentía más que enojada.
“No voy a quedarme de brazos cruzados y dejar que volvamos a una época en la que los estudiantes de educación especial eran colocados en el sótano y no se les permitía educarse junto a sus compañeros no discapacitados. No voy a volver a una época en la que los estudiantes llegaban a la escuela y no recibían una comida caliente, un libro, una computadora, banda ancha o todas las cosas que necesitaban para aprender”, recalcó. “Ni siquiera le puedo llamar ira”.
Un golpe a los programas de la primera infancia para niños menores de tres años
Maribel Rodriguez, residente de Waterbury, es abuela de seis niños que van desde escuela preescolar hasta escuela superior. Hace un llamado a que los legisladores en Washington D.C. detengan el cierre del Departamento de Educación de EE. UU., ya que le preocupa que los programas que ayudan a su familia se vean afectados por ello.
Las otras implicaciones del impacto que el cierre podría tener en los estudiantes hicieron que Rodriguez recordara su propia experiencia cuando pasaba hambre en la escuela.
“Fui una de esas niñas que iba a la escuela sin comer”, dijo Rodriguez. “Sé lo que es tener hambre en la escuela y no poder aprender porque tienes hambre, así que agradezco todos estos programas que estos funcionarios electos han creado para ayudarnos y asegurarnos de que todos prosperemos”.

También le preocupa la financiación para el programa Birth to Three de Connecticut, que proporciona apoyo y recursos para bebés y niños pequeños con discapacidades.
“Uno de mis nietos usa Birth to Three”, expresó Rodriguez.
"Los recortes as Departamento de Educación de EE. UU. afectarían el programa", dijo Beth Bye, comisionada de la Oficina de la Primera Infancia del estado.
“En los últimos seis meses, 7,000 niños han recibido servicios de educación especial de Birth to Three en sus hogares o en sus programas de cuidado infantil. Donde sea que el niño y la familia necesiten ayuda, Birth to Three está allí. Recibimos alrededor de $6 millones al año del Departamento de Educación solo para Birth to Three. Es una locura", enfatizó Bye.
Una promesa de impedir las gestiones de Trump para acabar con el DOE
El senador estadounidense Richard Blumenthal dijo que solo el Congreso tiene el poder de acabar con el Departamento de Educación de EE. UU.
“Se los prometo”, dijo Blumenthal, “Les negaremos los votos para destruir nuestro Departamento de Educación. El Senado de los Estados Unidos necesita 60 votos. Los republicanos solo cuentan con 53. Lo prometo. Los demócratas se opondrán a este esfuerzo de destruir la educación pública estadounidense”.
A pesar de esto, la activista Patricia Reville de Farmington no está segura de si los votos en el Congreso serán efectivos. Como parte de Indivisible Farmington Valley, que organiza manifestaciones para promover la libertad y la justicia, le preocupan las familias de niños con discapacidades que necesitan los servicios críticos.

“¿Me estás preguntando si creo que [Trump] va a cumplir con la ley? No estoy tan segura de ello”, indicó. “Por eso tenemos que salir a las calles”.
McMahon ha dicho que el cierre de su departamento no significará un recorte de los fondos para los estudiantes necesitados. Más bien, dijo que es un paso hacia darle a los padres y a los estados el control de la educación de sus hijos.
“Los maestros estarán liberados de regulaciones y papeleo que los agobian, lo que les permitirá regresar a enseñar materias básicas”, dijo McMahon en una declaración después de que Trump firmara la orden ejecutiva. “Los contribuyentes ya no tendrán que cargar con decenas de miles de millones de dólares en desperdicio por experimentos sociales progresistas y programas obsoletos. Los estudiantes de K-12 y universitarios estarán aliviados de la pesadez administrativa y estarán posicionados para lograr el éxito en una carrera futura que amen”.
Blumenthal está pidiendo al público que comunique con los senadores de estados rojos y azules en torno a sus pensamientos sobre lo que debe hacerse con el Departamento de Educación de EE. UU.
“Necesitamos que actúen, que sean fuertes y se expresen a toda voz”, dijo Blumenthal, “y eso hará la diferencia en lo que suceda”.
