Tras la decisión de la administración Trump de liberar casi $7 mil millones en fondos congelados para programas escolares K-12, algunos legisladores de Connecticut reaccionaron con alivio, mientras otros expresaron frustración.
El 30 de junio, los distritos escolares de Connecticut se enteraron de que sus fondos, que ya se habían aprobado por el Congreso, estaban bajo revisión “para garantizar que las subvenciones se ajusten a las prioridades del presidente Donald Trump”. Esta partida incluía más de $53 millones para los distritos de Connecticut, que hubieran estado disponibles el 1 de julio.
La representante estatal Jennifer Leeper (D-Fairfield) es copresidenta del Comité de Educación de Connecticut. Según ella, la congelación de estos fondos provocó una situación difícil en los distritos al generar “caos y ansiedad innecesaria” en el sistema antes del comienzo del año escolar.
“Si no sabes con certeza cuánto dinero vas a recibir, te toca correr a averiguar cómo reponer esos fondos, qué puestos te toca recortar”, explicó Leeper. “Y muy a menudo, esos son los puestos que están ahí para ayudar a los estudiantes que más necesitan ese apoyo adicional”.
Esos fondos cubren las ayudas para estudiantes que puedan tener discapacidades o que estén aprendiendo en varios idiomas, destacó. Los jóvenes “desconectados”, que son estudiantes que están en riesgo de abandonar la escuela o que ya la han abandonado, también se hubiesen visto afectados, añadió.
El liderazgo republicano en la Asamblea General también acogió con satisfacción la liberación de los fondos, pero elogió la minucia del control federal.
“Los republicanos aplauden a un presidente dispuesto a hacer preguntas difíciles: ¿Cómo se está utilizando este dinero? ¿Realmente beneficia a nuestros estudiantes?”, expresaron el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Vincent Candelora (R-North Branford) y la representante estatal Lezlye Zupkus (R-Prospect), miembro de alto rango del Comité de Educación.
“Mientras tanto, los demócratas solo ven otra oportunidad de montarse en tribuna. Han mostrado poco interés en asumir responsabilidades. Solo les interesa generar indignación, comunicados de prensa y reclamar victorias falsas que no harán nada para mejorar el desempeño de los estudiantes”, afirmaron en un comunicado.
Muchos municipios afectados, siendo las ciudades las más afectadas
Según un informe del Proyecto de Financiación Escolar y Estatal, una organización política no partidista y sin ánimo de lucro, la congelación de fondos ha afectado a la gran mayoría de las ciudades y los municipios de Connecticut.
“Estos recursos son esenciales para mantener los programas y servicios que nuestros distritos utilizan para apoyar a los estudiantes”, expresó en un comunicado el Departamento de Educación de Connecticut, y agregó que el Departamento de Educación de los EE. UU. indicó en un aviso oficial que comenzaría a liberar fondos la semana del 28 de julio. La agencia estatal aseguró que “compartirá información adicional con los superintendentes y beneficiarios a medida que [los fondos] estén disponibles”.
Según el informe, solo unos pocos municipios no se vieron afectados por la congelación.
La mayor retención de fondos se produjo en los distritos escolares de las principales ciudades de Connecticut, entre ellas Hartford, Waterbury, New Haven y Bridgeport, que tenían previsto perder unos $3 millones cada una.
La mitad de los estados, incluido Connecticut, demandaron a la administración Trump a mediados de julio por la congelación de fondos. En la demanda se alega que la administración está “obligada por ley federal a financiar” programas para estudiantes de inglés, hijos de trabajadores migrantes y programas destinados a mejorar la enseñanza y la tecnología en el salón de clases.
La medida también provocó gran rechazo entre los miembros del Congreso de ambos partidos, incluyendo cartas independientes de varios miembros de la Cámara de Representantes y diez senadores republicanos, todos instando a la administración Trump a restablecer los miles de millones en fondos.
El senador estatal Doug McCrory (D-Hartford), copresidente del Comité de Educación, también sintió alivio por la revocación de la medida. Estimó que sistemas escolares con fondos insuficientes, como el de Hartford, hubieran quedado “devastados” por la pérdida añadida.
“Ya les cuesta atraer gente para ocupar puestos en el sistema escolar, y la posibilidad de que se produjeran recortes hizo la situación aún más precaria”, afirmó McCrory.