Jessenia Martínez Ortega prioriza servir a su comunidad latina en su trabajo como secretaria ejecutiva del alcalde Connor Martin de East Hartford. Conecta a los residentes con recursos, mantiene el flujo de operaciones en la oficina del alcalde y coordina la comunicación entre los departamentos de la ciudad. Con todo, hace mucho más. Como puertorriqueña de habla hispana, sirve como puente entre la comunidad latina en East Hartford y el gobierno local para asegurarse de que su gente sea escuchada.
Martínez Ortega dice que su liderazgo está moldeado por su resiliencia, la que según ella nace de haber crecido viendo a su mamá enfrentando dificultades para acceder a los recursos locales. También comenta que su resiliencia es reforzada aún más por su dedicación a ayudar a los latinos en su ciudad y a alentar a otras latinas a encontrar un espacio para ellas.
En la siguiente sesión de preguntas y respuestas, Jessenia Martínez Ortega reflexiona sobre su viaje hasta convertirse en secretaria ejecutiva, superando su falta de confianza en sí misma, y sobre el impacto que ha tenido en la comunidad. Expresa que ese viaje le ha dado la confianza para reconocerse como líder y de tener la ambición de ocupar nuevos roles de liderazgo en el futuro.
Q: ¿Puedes contarnos sobre tu infancia? ¿Quiénes o qué lugares o valores te han marcado?
A: Crecí viendo a mi madre criar a cuatro hijas sola—de aquí nace mi resiliencia y mis actos de servicio, simplemente de verla luchar en silencio y nunca dejarnos ver por lo que realmente estaba pasando. Cuando crecí y me convertí en madre, supe cuál fue su realidad. Supe que sí había recursos disponibles, pero que ella simplemente no sabía ni siquiera cómo pedir ayuda.
Mi mamá siempre fue muy abierta con casi todo, excepto con sus luchas. Cuando crecí, tuve una conversación con ella en la que le pregunté: 'Mami, ¿por qué dejaste que esto pasara?' Por ejemplo, nos servía comida, pero notaba que ella no comía, porque no teníamos suficiente comida, ¿entienden? El menú casi nunca cambiaba. Le pregunté: 'Mami, ¿por qué no fuiste a la ciudad o al DSS (Departamento de Servicios Sociales de CT)?' Me contestaba: 'Nadie me podía ayudar. La respuesta siempre era 'no'".
Q: De niña, ¿qué latinas viste en puestos de liderazgo? ¿Cómo empezaste a imaginarte en un puesto similar?
A: Pensándolo bien, habría sido útil tener mentoras, no solo para las latinas, sino para todas las mujeres jóvenes. Esto es muy importante. Creo que no comencé antes por eso mismo. Podría haber comenzado en mi carrera como líder más temprano. Y pienso que habría progresado más allá de donde estoy hoy. Sabía que allá afuera había algo para mí, simplemente no sabía qué.
No fue hasta que uno de mis gerentes vio algo en mí, y me sentó y me dijo: 'Tú tienes liderazgo. Simplemente no lo sabes todavía'. Y ahí me di cuenta. Dije, 'Tienes razón. Lo tengo'. Me tomó algo de tiempo [porque] siempre estaba dudando de mí misma, pero él seguía delegándome tareas que otros no podían hacer y confiando en que lo lograría. Me ascendió como gerente de oficina y seguí con mis tareas, pero la duda me decía: ‘Esto no es para mí. No tengo por qué estar aquí'. Pero yo sabía lo que estaba haciendo y quería hacer más.
Sabía que mi lugar estaba aquí. Esa era la única forma en que vería un cambio. Y era algo que casi nunca vi: una latina en la mesa de líderes. Así que supe que me tocaba a mí. Iba a hacerlo.
Q: Cuéntanos la historia de cómo llegaste a la posición en la que estás hoy.
A: Antes de llegar a la oficina del alcalde, trabajé en la Autoridad de la Vivienda de East Hartford. Trabajé como [asistente] administrativa, en la recepción, y recibí a muchos residentes de vivienda que decían: 'Esta es la única ayuda que recibo. No tengo a dónde ir'. Y yo les decía: 'Tenemos un gobierno local, ¿por qué no visitan la alcaldía? Visiten la oficina del alcalde si no están satisfechos'. Y siempre me respondían: 'Allí no hablan español'.

Luego me topé con una publicación de empleo en las redes sociales hecha por el exalcalde, Mike Walsh, a quien admiro mucho y quien es una gran persona. Estaban buscando una secretaria ejecutiva. Por supuesto, llegó la duda. Consideré la publicación un par de días. Un día, a las tres de la mañana, solicité para el puesto. Me dije: 'Voy a solicitar. Quiero cerrar la brecha. Quiero ser la que lo haga'. Me llamaron una semana después. Cuando el exalcalde me entrevistó, le dije: 'Necesita a alguien que hable español. Tenemos una gran población de residentes de habla hispana, y yo soy la indicada'.
Te soy muy honesta. Hice la entrevista, acepté el puesto ese mismo día, pero una semana después, rechacé la oferta. Decía: 'No soy lo suficientemente buena'. Simplemente dudé de mí misma en ese momento. Dos meses después, me arrepentí. El alcalde Walsh me llamó una noche desde su casa. Lo recuerdo como ayer. Eran las 8:02 p.m. Respondí y era el alcalde Walsh. Me dijo: 'Jesse, te necesito en mi equipo. No dejo de pensar en ti, en tu talento y en la diferencia que puedes lograr. Por favor, piénsalo'. Eso significó todo para mí.
Así que me contrataron y, luego de esto, los residentes de la Autoridad de la Vivienda visitaban la oficina del alcalde y se sorprendían. 'Oye, tú eres Jesse de Vivienda. Estoy tan feliz de que estés aquí. Sé que ahora nos van a ayudar'. Y, ¿sabes? Valió la pena. Y se dio, no tanto para mí misma, si no para que otros ayudaran a más personas. Porque recuerdo a mi mamá cuando no sabía a dónde ir y dónde encontrar recursos, y eso siempre me impulsó.
Q: Si volviéramos a hablar en 10 años, ¿qué quisieras estar celebrando?
Ser funcionaria electa. Creo que ahora mismo estoy bien donde estoy. Pienso que puedo generar un impacto desde mi posición, pero
me encantaría ser una funcionaria electa, probablemente en una junta de educación estatal.
No puedo decir que me postularé para alcaldesa. Todavía no. No descartaré nada. Pero sí, [aspiro ser] funcionaria electa.
Q: ¿Has tenido algún momento que te haya reafirmado que este es el trabajo que querías hacer?
A: Soy madre de dos hijos. Tengo una hermosa hija de casi 22 años. Cumple 22 años en diciembre, es mi mundo. Y tengo el niño más increíble. Tiene 12 años. Mi hija siempre me dice: 'Él es tu favorito'. Pero ella es mi todo. Y cuando acepté este trabajo, les tomó unos meses darse cuenta de lo que hice. No estaban familiarizados con el gobierno. Me sentí en paz por estar haciendo lo correcto cuando mi hija me miró una vez y dijo: ‘Mami, estoy muy orgullosa de ti. Nunca pensé que estarías en una oficina como esa’. Lo que quiero es asegurarme de que mi hija no enfrente los desafíos que yo enfrenté mientras crecía. Ahora puedo enseñarle. Esto es lo que hay allá fuera. No estás sola. Si alguna vez no estoy, busca ayuda. Siempre habrá alguien que te extienda la mano.
Recientemente, me uní al Latinas in Leadership Institute. Cuando se lo conté a mi mamá, le dije que me aceptaron y que estaba muy feliz. Ella me preguntó: ‘¿Para qué es?’ Tuvimos un momento donde le enseñé, y ella solo se sentó a mirarme preguntándose, '¿Cómo sabes tanto?' Y yo le dije, 'Mami, quería saber más. No quería quedarme atascada'. Tuvimos una conversación muy honesta en ese momento. Me preguntó: '¿Por qué es tan importante para ti ser una líder?' Y le dije: '[Por] mi hija, y esa generación'. Necesitamos más. Necesitamos más y queremos cambios.
Q: ¿Qué hace fuertes a nuestras comunidades latinas?
A: No nos detenemos. Sabemos que queremos cambios, y muchos de nosotros trabajamos duro para lograrlos. Ya sabes, simplemente no nos quedamos atrapados en el sistema. Creo que ahora se habla más [de esto], antes no era un tema abierto de conversación. El pensar de hoy es, 'Vamos, tenemos que ser parte del cambio'.
Somos simplemente imparables. Lo somos. Me emociono porque sé que somos personas increíbles. Mucha gente no nos ve como líderes, pero sí lo somos.

Q: ¿Qué consejo le darías a las jóvenes latinas que buscan su propósito en la vida?
A: No pidas permiso. Sé tú misma, incluso cuando entres en una habitación en la que nadie más se parece a ti. Entra con la cabeza en alto. Rodéate también de personas que estén motivadas a generar cambios, a ser mejores. Encuentra una mentora y conviértete en una mentora. Encontrarás tu propósito cuando te rodees de personas con actitud positiva. Y sé tú también esa persona para otros.
Esta historia es parte de una serie Poderosas: Portraits of Purpose, destacando lideres latinas en nuestras comunidades en Connecticut.