Para los puertorriqueños en Estados Unidos, la Navidad nunca se siente completa sin las tradicionales parrandas. Por eso, una organización local de arte está buscando mantener viva esa cultura aquí en Hartford.
Real Art Ways se unió a la banda neoyorquina de jazz latino Papo Vázquez and the Mighty Pirates Troubadours para traer los sonidos tradicionales de la Nochebuena puertorriqueña a Connecticut.
Vázquez, director de la banda, describió con una risa las parrandas de su infancia en Vega Baja, Puerto Rico.
"La tradición de la parranda es decir 'este año vamos pa' tu casa', así que uno se prepara. "Entre el 23 y el 25 de diciembre vamos a pasar por tu casa", comenta Vázquez.
En Puerto Rico, la parranda suele ocurrir por la noche.
"Así que no sabes cuándo va a llegar todo el mundo, pero tú ya estás preparado con comida, bebidas, todo eso", añadió. "Así que a mitad de la noche, que ya estás durmiendo, de repente escuchas ruidos afuera".
"Cuando miras, ves a todos tus familiares y amigos allí", comentó. "Y luego empiezan a cantar villancicos, y se convierte en una gran fiesta".
Después de comer, beber y divertirse, los músicos recogen sus instrumentos y van a otra casa a repetirlo de nuevo. Y así van toda la noche.
Vázquez se acercó a Real Art Ways con una propuesta para una parranda, y el director ejecutivo Will K. Wilkins expresó que era algo que no se podía dejar pasar. Vázquez ha compartido el escenario con grandes figuras a lo largo de los años —desde Tito Puente y Willie Colón, hasta Héctor Lavoe.
Wilkins conoce a Vázquez desde hace más de dos décadas, y su organización ha exhibido a muchos artistas puertorriqueños a lo largo de los años.
Solo tenían que encontrar la manera de que la parranda fuera tan interactiva como las de Puerto Rico.
"Si llevas un instrumento, entras gratis", explicó Wilkins. "Así que la gente trae todo tipo de instrumentos de percusión, ya sabes, panderos y claves. Pueden traer cuatros, y otros aparecen con instrumentos de viento de todo tipo”.
El evento anual comienza con jazz latino y un concierto más formal, donde los músicos se quedan en un solo lugar, a diferencia de las caravanas parranderas que recorren la isla. Pero entonces...
"Al final, cuando empezamos a tocar la música tradicional de parranda, el público también empieza a cantar con nosotros porque ya saben todas las canciones", dijo Vázquez. “Es algo muy lindo.”