El estado entregó su primera parte de fondos adicionales a Connecticut Foodshare. Esta transferencia forma parte de una asignación de $3 millones que los legisladores aprobaron a principios de año. Esta cantidad triplica las asignaciones anuales anteriores y llega en un momento en que todo el estado enfrenta una creciente inseguridad alimentaria.
El Programa de Asistencia Nutricional de Connecticut (CT-NAP, por sus siglas en inglés) usará los fondos asignados por el estado para comprar productos destinados a las despensas de alimentos en todo el estado. Anteriormente, el programa solía recibir $850,000 en fondos.
"Esta inversión histórica es para asegurar que las personas tengan acceso a alimentos, un derecho humano básico y una dignidad esencial, y no debe tomarse a la ligera", afirmó la comisionada del Departamento de Servicios Sociales, Andrea Barton Reeves, en una conferencia de prensa celebrada el martes en Connecticut Foodshare.
Esta inyección de fondos llega en un momento crucial, ya que el último informe de Feeding America revela que los índices de hambre han continuado en aumento desde la pandemia de COVID-19. Esta ayuda financiera también llega mientras se prevén recortes drásticos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, o SNAP, como parte del nuevo plan de gastos e impuestos del Congreso, a lo que se suman con otros posibles cambios a nivel federal.
"Hay mucho que no sabemos", dijo Lamont. "Pero lo que sí sabemos es que solían haber camiones con remolque de alimentos frescos que venían de Washington todas las semanas, y ya no estamos recibiendo eso", continuó. "Sabemos que esos recortes son reales y están afectando a las personas todos los días".
La representante del estado Eleni Kavros DeGraw (demócrata por Avon) está entre los legisladores bipartidistas que impulsaron el aumento de fondos para el programa CT-NAP.Aunque la meta era alcanzar los $10 millones anuales, la cantidad final aprobada fue de $3 millones para el año fiscal 2026 y $6 millones para el año fiscal 2027.
Si bien agradece el aumento, Kavros DeGraw señaló que esa suma aún no cubre la necesidad en Connecticut.
"Especialmente en los tiempos que vivimos, sabemos que la inseguridad alimentaria ha aumentado, y que hay más personas con hambre que antes", dijo. "Aquí es donde el gobierno tiene la responsabilidad de intervenir y ayudar a la gente".
Kavros DeGraw se comprometió a seguir presionando la financiación del programa hasta que alcance los $10 millones anuales.
Connecticut perdió millones cuando la administración Trump recortó un Programa de asistencia para la compra local de alimentos (LFPA, por sus siglas en inglés), que ayudaba a los bancos de alimentos a adquirir productos de agricultores locales.Según el proyecto de ley, el 15% de los fondos para el programa CT-NAP ahora se destinará a la compra de alimentos a agricultores de Connecticut.
Este año, los recortes federales del Programa de Asistencia Alimentaria de Emergencia (TEFAP, por sus siglas en inglés) también afectaron a Foodshare, resultando en una pérdida de alimentos equivalente a 35 camiones de comida.
Jason Jakubowski, quien dirige Connecticut Foodshare, afirmó que los nuevos fondos estatales ayudan, pero no compensan las pérdidas, ni la incertidumbre sobre los futuros programas federales de asistencia.
"Creo que este será un diálogo que tendremos todos en los próximos dos años", dijo Jakubowski."Mientras nos mantenemos a la expectativa y esperamos a ver cómo termina todo".