El gobernador de Connecticut, Ned Lamont, anunció oficialmente que el 12 de noviembre comenzará una sesión especial, pocas horas después de comunicar que su administración llegó a un acuerdo sobre una nueva versión de un proyecto de ley de vivienda que, según esperan sus defensores, impulsará la construcción de más viviendas en todo el estado.
La legislación de vivienda es uno de los nueve puntos de la agenda que Lamont incluyó en su proclamación para la sesión especial emitida el viernes, que resultó ser un día de mucho trabajo para el demócrata, que cumple su segundo mandato, y cuya campaña también presentó ese día la documentación para las elecciones a la gobernación de 2026.
Los opositores al proyecto de ley de vivienda aprobado durante la sesión legislativa ordinaria de 2025 expresaron su preocupación por las políticas que limitarían el control local sobre el desarrollo. Lamont terminó vetando el proyecto de ley ómnibus sobre la vivienda, alegando que quería escuchar más aportaciones de los líderes municipales.
"Reflexionamos cada día sobre cómo queremos que luzca el estado de Connecticut dentro de cinco o diez años, y este proyecto de ley plantea a los alcaldes y primeros concejales la pregunta: ¿cómo quieren que se vea su ciudad dentro de cinco o diez años? Y que empiecen a planearlo según esa visión", dijo Lamont durante una conferencia de prensa el viernes, junto a legisladores y varios líderes municipales, en un estacionamiento de East Hartford.
"Estamos parados en un lugar de casi 30 acres de terreno realmente infrautilizado como estacionamiento, y frente a un edificio comercial que se convertirá en viviendas”, afirmó Jason Rojas, líder de la mayoría en la Cámara de Representantes (Demócrata-East Hartford). "Y creo que es por eso que estamos aquí hoy".
"Esto refleja realmente un gran avance y nos da la capacidad de seguir progresando", añadió Rojas.
Llegan cambios legislativos mientras continúa la necesidad de vivienda
En una conferencia sobre vivienda celebrada el mes pasado, Rojas señaló que la política conocida como “Far Share” era uno de los temas que generaban desacuerdos entre la docena de páginas del documento. Quienes se opusieron interpretaron esa parte del proyecto de ley como un mandato para la vivienda asequible. Para el nuevo proyecto de ley, se eliminó esa parte.
Los datos muestran que se necesitan ayudas en el área de la vivienda. Un análisis reciente revela que, desde el cierre por la pandemia, más residentes de Connecticut se han convertido en personas con “activos limitados, ingresos restringidos y empleados" (ALICE, por sus siglas en inglés), y que el 73% de todos los hogares que viven de alquiler por debajo de ese umbral destinan una tercera parte o más de sus ingresos al pago del alquiler y servicios públicos.
Kara Capone, directora ejecutiva de Community Housing Advocates, afirmó que la organización trabaja cada día con personas que no cuentan con los recursos económicos necesarios para pagar por un lugar donde vivir.
"Estamos en un punto crítico", afirmó Capone. "Por lo tanto, cualquier iniciativa destinada a aumentar la oferta de viviendas en más zonas para que las familias y las personas tengan la oportunidad de progresar, cuenta con todo nuestro apoyo".
Pete Harrison, director en Connecticut de la organización sin fines de lucro Regional Plan Association, aseguró que esta crisis llevaba décadas en desarrollo. Harrison se encuentra entre los defensores que se sintieron decepcionados por el veto de Lamont, pero ahora se muestra optimista gracias al nuevo proyecto de ley y a que el gobernador demócrata cumple su promesa de avanzar en materia de vivienda en el estado.
"No va a ser un solo proyecto de ley. No va a tomar una sola reforma local", dijo Harrison. “Nos tomará años salir de esta situación”.
Rojas comentó el viernes que, si bien la legislación revisada no constituye “un proyecto de ley penosamente incremental", afirmó que "todavía queda mucho trabajo por hacer".