Juan Fonseca Tapia, gestor de The Trust Act Coalition (“Coalición de la Ley TRUST”), estuvo en Hartford el lunes para protestar en solidaridad con los manifestantes de Los Ángeles contra las redadas de inmigración. Se dirigía a su casa en Danbury cuando recibió un mensaje sobre una redada en Connecticut, en la que agentes federales de inmigración habían detenido a cuatro hombres en Southington.
Fonseca Tapia forma parte de un chat grupal que reúne a miembros de comunidades en todo el estado para compartir información sobre avistamientos de ICE en Connecticut.
“Se trataba de una publicación en Facebook, y preguntaban si alguien podía confirmarla. Decían que cuatro hombres habían sido secuestrados de un negocio de lavado de autos en Southington”, relató Fonseca Tapia. “No decía en cuál negocio de lavado, solo la calle”.
Fonseca Tapia se desvió hacia Southington para encontrar el negocio.
“Paré en cuatro centros de lavado de autos” hasta que encontró el correcto, dijo.
Cuando dio con el negocio, Fonseca Tapia relató que habló con el dueño para entender qué había sucedido.
Video capta aparentes agentes de orden público vestidos de civiles
El propietario contó que, el lunes alrededor de las 9 a.m., recibió una llamada de uno de sus empleados informándole que cuatro agentes de la policía lo estaban buscando.
El propietario del negocio de lavado de autos solicitó a Connecticut Public que no se divulgue su nombre ni el nombre de su negocio. Señala que no quiere poner en riesgo la seguridad de sus otros empleados inmigrantes, quienes temen volver al trabajo, o provocar posibles represalias por parte de agentes federales de inmigración.
Inicialmente pensó que eran agentes de la policía de Southington, ya que muchos de ellos acuden a su negocio a lavar sus vehículos. Sin embargo, cuando su empleado le dijo que no era la policía municipal, dice que de inmediato dedujo que se trataba de ICE.

“Cuando llegué, el señor fue muy amable”, contó el dueño. “Presentó varios documentos y dijo que estaban allí para verificar mi estatus y el de todos mis trabajadores”.
El propietario dijo que no le pareció que podía negarse porque los hombres estaban armados.
Las grabaciones de videovigilancia revisadas por Connecticut Public parecen mostrar al menos a dos individuos –uno vestido completamente de negro y otro, con jeans y camiseta,– ambos con armas de fuego en sus cinturones. En estas imágenes de videovigilancia, se puede observar que uno de los individuos que vestía jeans y camiseta detuvo a uno de los empleados y lo llevó a un vehículo negro para esposarlo antes de meterlo en el auto.
“Me pidieron los papeles de cuatro de mis empleados”, dijo el dueño. Después de hacer algunas llamadas y revisar lo que parecía ser una tableta, el propietario relata que “[el oficial] dijo, ‘Bien, los cuatro vendrán con nosotros’... No me pidieron los papeles de ninguno de mis otros empleados. Todavía quedaban unos seis empleados [con quienes los agentes no habían hablado]”.
El jueves, funcionarios de ICE publicaron un comunicado sobre lo sucedido. ICE aseguró que los empleados provenían de Guatemala y que se encontraban en EE. UU. de manera ilegal.
Según la agencia, estos arrestos son parte de sus operativos de verificación de cumplimiento aleatorios en lugares de trabajo. ICE indica que los negocios que contratan a personas cuya presencia en el país no está autorizada tienen una ventaja indebida sobre las empresas que cumplen la ley.
“Es crucial que se garantice el cumplimiento de las leyes laborales federales para mantener un ambiente empresarial justo y competitivo”, expresó Michael J. Krol, agente especial a cargo de la división de Nueva Inglaterra de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional.
Según el dueño del negocio de lavado de autos, los cuatro hombres llevaban ocho años trabajando para él. Expresó su preocupación por las familias de esos cuatro hombres, quienes son responsables por sus esposas, hijos y madres. También dijo que teme por su negocio.
“Los demás [empleados] ahora tienen miedo de volver a trabajar conmigo”, dijo. “Pero yo les digo que necesitan trabajar y deben trabajar. Tenemos que seguir adelante porque la vida continúa. Necesitamos pagar el alquiler. Necesitamos comer. Nuestras familias necesitan apoyo”.
El propietario dijo que nunca pensó que algo así le sucedería. Mencionó que sabía que incidentes similares se estaban agravando en ciudades como Nueva York y Boston, pero que, por lo tranquilo y apacible que es Connecticut, nunca imaginó que algo así pudiera ocurrir en su propio negocio.
La policía de Southington dijo que no estaban al tanto de las detenciones en el momento en que ocurrieron y que ICE no les notificó que estarían allí.
Jack Perry, miembro del Concejo Municipal de Southington, se enteró del incidente el lunes por la noche gracias a un constituyente que habló con él durante una reunión del concejo. Perry dijo que el administrador municipal Alex Ricciardone tampoco estaba al tanto de lo que había sucedido.
“Que ellos vengan a un negocio y se lleven a los empleados que están haciendo su trabajo –que no estaban cometiendo ningún delito– es realmente alarmante”, dijo Perry,
quien afirma que este es el momento de alzar la voz.
“Tenemos que hablar de esto y decirle a ICE que no los queremos en nuestras comunidades”, instó Perry. “Tienen que largarse de aquí ya.”
Una ‘manifestación de emergencia’ contra las redadas de inmigración

Después de hablar con el propietario el lunes, el activista Juan Fonseca Tapia se movilizó junto a otros activistas para convocar una manifestación de emergencia. En apenas un par de horas, después de una jornada de protestas contra las redadas en la ciudad, cerca de 100 personas se reunieron frente al tribunal de inmigración en Hartford.
Incluso bajo la lluvia, seguían llegando cada vez más personas para exigir la liberación de los cuatro hombres y mostrar su apoyo.
Con la voz ronca de tanto gritar y entonar consignas en el capitolio estatal, Fonseca Tapia tomó el megáfono y se dirigió al público.
“Déjenme decirles algo. Estoy bien encab---ado [enojado]. Tengo mucha rabia porque esta mañana nos reunimos”, expresó Fonseca Tapia. “Mientras estábamos en el Capitolio, cuatro hombres fueron secuestrados de su lugar de trabajo”.
Fonseca Tapia relató que fue “indignante y doloroso” enterarse de que el incidente ocurrió durante esas protestas. De inmediato pensó en las familias de esos hombres.
“Lo que esto significa para un niño que podría estar esperando a su papá para jugar o cenar y que ahora no sabe dónde está”, señaló Fonseca Tapia. “Hemos hecho lo posible para que quienes están en el poder reconozcan nuestra humanidad, y es triste. Es realmente muy triste y doloroso que aún no ven que estamos hablando de vidas humanas”.
Lo que está ocurriendo en la nación ya está pasando en Connecticut, comunicó Fonseca Tapia a los manifestantes. Además, instó a los presentes a crear y fortalecer sus vínculos, porque la comunidad necesita permanecer unida y apoyar a sus vecinos inmigrantes.
La respuesta que tuvo la manifestación de emergencia del lunes por la noche le devolvió la esperanza en un futuro mejor para las familias inmigrantes en Estados Unidos.
“Que casi 100 personas se hayan reunido en solo dos horas, y que aún seamos muchos los que nos aferremos a nuestra humanidad y elijamos apoyarnos mutuamente, eso es lo que me motiva. Creo firmemente que otro mundo es posible”, expresó Fonseca Tapia.