En la semana en que el presidente Trump asumió el cargo, el Caucus Negro y Puertorriqueño de Connecticut se pronunció en contra de la aplicación de perfiles raciales en torno a las comunidades latinas por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Tras presenciar una detención en la isla durante el verano, el artista de reggaetón Bad Bunny criticó a ICE públicamente. Por su parte, el legendario nuyorriqueño Lin Manuel Miranda, egresado de la Universidad de Wesleyan, recientemente convirtió el décimo aniversario de su éxito de Broadway "Hamilton" en un evento de recaudación de fondos para inmigrantes.
Aquí en Connecticut, los puertorriqueños se solidarizan cada vez más con sus conciudadanos latinos en contra de la represión migratoria.
No obstante, los miembros de las comunidades latinas no fueron los únicos que se movilizaron para exigir el regreso de un estudiante de secundaria guatemalteco detenido por ICE en New Haven el pasado mes de julio.
Uno de ellos es el reverendo Nathan Empsall, sacerdote a cargo de la Iglesia Episcopal de St. Paul y St. James en Wooster Square, quien en las últimas semanas ha notado una disminución en la asistencia al banco de alimentos y al armario de donación de ropa con el que la iglesia colabora. Según los voluntarios, esta baja se debe al miedo a las redadas de ICE.
"Si se tratara de hacer cumplir la justicia y las leyes, como nos dicen los autoritarios", declaró a los manifestantes, "no arrestarían a la gente al salir de los tribunales, no tendrían los vecindarios puertorriqueños como objetivos y no estarían arrestando a nuestros estudiantes de undécimo grado".
Empsall citó otros casos similares para ilustrar su punto, incluyendo la detención de un veterano puertorriqueño en Newark en enero y la presencia de una docena de agentes de ICE en las afueras de un museo puertorriqueño en Chicago en julio.
En una declaración a Connecticut Public, el portavoz de ICE en Boston, James Covington, dijo que "estos rumores solo sirven para causar miedo e incitar a la violencia hacia nuestros valientes oficiales". Y afirmó que la idea de que ICE está apuntando a los vecindarios puertorriqueños en el estado "no solo es ridícula y peligrosa, sino también completamente falsa".
"Lo que encuentro ridículo y peligroso es la aplicación de perfiles raciales que se lleva a cabo en la actualidad y que está siendo promovida por ICE", dijo Kica Matos, presidenta del Centro Nacional de Derecho de Inmigración (NILC, por sus siglas en inglés).
Matos es puertorriqueña y durante más de dos décadas ha vivido y trabajado como defensora en Connecticut.
"Les diré personalmente que he recibido varias llamadas telefónicas de puertorriqueños preguntándome si deberían llevar sus pasaportes para viajar a Puerto Rico, por miedo a lo que podrían experimentar y la posibilidad de ser detenidos por ICE", indicó.
El miedo se debe a una serie de incidentes, como la detención en Newark y Chicago, el allanamiento de un restaurante puertorriqueño en Filadelfia y el arresto de una familia puertorriqueña mientras estaban de compras en Milwaukee.
"Hay ejemplos en todo el país de puertorriqueños detenidos. Es por eso que los puertorriqueños, latinos y las personas de color tienen miedo", afirmó Matos. "Incluso cuando se benefician de la ciudadanía estadounidense, eso no elimina el nivel de temor".
Preocupaciones empañan las celebraciones
El miedo acechó a Elba y Carmelo Valle en el Festival Salsa Meets Jazz en el centro de Hartford. Luego del festival, la mitad de su grupo de amigos puertorriqueños se dirigió a un festival peruano en Parkville Market para que la fiesta continuara, pero la celebración se vio interrumpida por un rumor: agentes de ICE estaban realizando arrestos en el área.
"¿Quién sabe dónde puede suceder?", dijo Elba. "Y luego, si vemos eso, solo se siente la ira. Es realmente ira. No está bien. No está bien la forma en que lo están haciendo".
Carmelo argumentó que las recientes deportaciones de ICE están separando familias.
"Están separando familias”, asintió Elba. “Es desgarrador".
Aunque el rumor de ICE en Parkville Market resultó falso (solo estaba el personal de emergencias médicas respondiendo a un caso ese día), el incidente demostró el creciente temor de que cualquier funcionario uniformado puede ser ICE. Eso ha mantenido a muchos latinos en casa y ha llevado a que algunos puertorriqueños se cuestionen su rol en todo esto.
“¿Qué podemos hacer?”, cuestionó Elba. "¿Qué podemos hacer sino unirnos? “¿Me entiendes? Unirnos como comunidad y como familia para al menos tratar de ayudar".
Funcionarios 'denuncian' la persecución de los latinos
La Agenda Nacional Puertorriqueña emitió un comunicado en el que se indica lo siguiente: "Aunque los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, no nos quedaremos callados mientras nuestros hermanos y hermanas inmigrantes son deshumanizados", afirma la organización. También añade que, como entidad nacional arraigada en la diáspora, conocen "de primera mano la importancia de la unidad familiar, la estabilidad de la comunidad y la lucha por la dignidad y la inclusión".
El representante del estado de Connecticut, Christopher Rosario, hizo eco de ese sentimiento. Rosario es miembro del Caucus Negro y Puertorriqueño y representa a muchos puertorriqueños en Bridgeport.
"A pesar de que nosotros, entre comillas, no deberíamos tener nada de qué preocuparnos, ya que somos ciudadanos, Puerto Rico siempre recibe un trato de segunda clase por parte del gobierno federal, por lo que no hay diferencia", expresó Rosario.
Rosario dijo que también ha escuchado sobre las denuncias de ciudadanos estadounidenses detenidos, aunque brevemente, en otros estados.
"Y cada vez que hay un incidente en el que hay un puertorriqueño, o cualquier persona, detenido o retenido por ICE, debemos denunciarlo y trabajar con nuestras autoridades federales para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder", declaró el representante.
Los festivales se movilizan
Otra forma en la que los puertorriqueños de Connecticut se han manifestado en contra de ICE es con su dinero.
Avelo Airlines es una de las formas más económicas de volar directamente de New Haven a San Juan para visitar a sus seres queridos en la isla. Pero después de que la aerolínea se ofreciera para operar vuelos de deportación para la administración Trump, los manifestantes proinmigrantes y el grupo Puerto Ricans United (PRU) se pronunciaron en contra de la decisión. Un aliado es Joe Rodríguez, el presidente de PRU y vicepresidente de la Agenda Nacional Puertorriqueña.
"Primero somos comunidad. Y cuando decimos 'comunidad', no nos referimos solo a la puertorriqueña, sino a la de New Haven", afirmó Rodríguez. "Y cuando nuestros hermanos y hermanas se acercan a nosotros en busca de apoyo, debemos estar allí, porque han estado allí para nosotros en nuestros momentos de necesidad: ya sea el huracán María y otros desastres naturales en los que nuestra comunidad se ha asociado con nosotros".
PRU organiza el festival puertorriqueño de New Haven, y este año decidió cortar lazos con Avelo Airlines, que había patrocinado el evento durante los últimos dos años. La junta de PRU votó unánimemente para poner fin a la relación.
"Sentimos que era correcto, dada nuestra identidad como organización, nuestros valores y lo que representamos, apoyar a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes y decir que antes de entablar conversaciones, vamos a cortarla de raíz y expresar: 'No, no lo vamos a hacer'", afirmó.
En una declaración enviada por correo electrónico a NPR, el fundador y director ejecutivo de Avelo, Andrew Levy, calificó la decisión de realizar vuelos de deportación como "un tema delicado y complicado".
"Tras importantes deliberaciones, determinamos que este vuelo chárter nos proporcionará la estabilidad para continuar expandiendo nuestro servicio principal de pasajeros programados y mantener a nuestros más de 1,100 miembros de la tripulación empleados en los próximos años", explicó.
Rodríguez confirmó que muchos puertorriqueños ahora están dispuestos a hacer todo lo posible, como conducir a otros aeropuertos y gastar más dinero, para evitar apoyar a un contratista que opera vuelos de deportación.